Santa Landrada brilla con luz propia y disfruta de la alegría de la Santidad en el cielo.
Ella tuvo la dicha en la tierra de escuchar la voz de su Amado Jesucristo y Desposarse Místicamente con Él, quien le pronunció unas bellísimas palabras de Amor:
"Recibe, Landrada,
Esta Prenda de Caridad de Tu Inmortal Esposo
El que Muriendo en La Cruz, lo Restauró Todo
Te Envía Los Esponsales de Cruz
Porque Estos Son Los Dones Del Que Te Ama"
Las cuales continúan impactando a través de los siglos, desde el siglo VII en el que se pronunciaron, hasta el presente siglo XXI, por su realeza y Sabiduría; y muy fuertemente en el corazón de quien también como mujer escribe esta Reflexión Espiritual, porque Amo a Jesucristo sobre todas las cosas, con todo el Corazón, con toda el alma, y con toda la mente y con todo el ser como nos pide El Señor que lo hagamos en el primero de los Mandamientos de La Santa Madre Iglesia.
Cuando conocí a La Santa, Religiosa Benedictina del siglo VII, en un bonito, impactante e inolvidable sueño; lo que más me llamó la atención fue su rostro de inmensa alegría, apacible y sereno, estaba contentísima; y una suave pero a la vez luminosa paz iluminaba toda su figura similar a la de una joven de hoy en día.
Era la luz de la Santidad, la del cielo; como pude llegar a una clara conclusión posteriormente al averiguar de quien se trataba la joven Santa que había conocido.
Y después he podido comprobar al estudiar su biografía, que además lo reflejaba en su bellísimo rostro es la inmensa alegría de encontrarse Desposada Místicamente y para toda la eternidad con "Su Inmortal Esposo Jesucristo".
Santa Landrada cuya característica principal de carácter era la dulzura, amó tanto en vida a Jesucristo, que siendo hija única de una noble y acaudalada familia; siendo muy joven, dejó todo el lujo y las comodidades de un Castillo o Palacio de la época donde tenia criados y servidumbre; para irse a cuidar y ponerse ella al servicio de los demás, de los más pobres, enfermos y necesitados; se vistió con humildad, y se fue a vivir a una casa pobre en La Selva o "Tugurio", donde aparte de hacer vigilia, oración y penitencia; recibía a los más desvalidos, a quienes atendía y por los que se desvelaba, con el mismo amor y caridad, con el que hubiera cuidado y tratado a Jesucristo. Porque con cariño les lavaba las heridas, y cuidaba con sus propias manos lo que no era habitual ni conocido en los pertenecientes a la nobleza.
Se hizo Pastora y en el campo cuidaba del ganado y tanta era su generosidad que todo lo que tenia se lo entregaba a los demás.
Así fue como la providencia permitió que un joven Zagal le dijera que en un lugar tórrido y con mucha maleza, había oído una Música celestial acompañada de un rayo de luz.
Ella, que ya había tenido revelaciones y poseía una gran espiritualidad, después de consultar a un sacerdote y de hacer ayuno y oración; no dudó en acudir al lugar en busca de lo que la providencia con aquellos signos le quisiera revelar, y aun siendo invierno se acercó descalza y vestida solamente con un vestido de saco, orando sobre la nieve helada vio como se abría el cielo, caía un fuerte rayo de luz sobre la tierra, y se escuchaba una música celestial.
Podemos imaginar la belleza de las noches luminosas y estrelladas que Santa Landrada vivió sin darse cuenta del frío, extasiada al escuchar la música celestial en su oración, hasta que recibió Sus Esponsales de Cruz, viendo como una Cruz bajaba del cielo y se quedaba grabada como la cera sobre una roca, signo terrenal de su bellísima experiencia Mística.
La Cruz fue venerada en el lugar como de Santa Landrada.
Después fundo en aquel mismo lugar su propia Abadía, como le pidió su Director Espiritual el Obispo San Lamberto de Maastrich, que murió mártir.
Y en su construcción intervino con gran entusiasmo, siendo una trabajadora manual más, colocando maderas, piedras, tierra, etc
Era y es su vida ejemplar lo que arrastra a su admiración y devoción, por dicho motivo su Abadía se encontraba llena de vocaciones de mujeres Religiosas, solteras y viudas, que acudían hasta allí atraídas por su personalidad dulce y arrolladora en la fe, para ingresar en la Orden Benedictina.
Son las mujeres como Santa Landrada, modelo para todas las mujeres del resto de las generaciones pasadas, actuales, y venideras.
Mujer dulce, alegre, culta, generosa, humilde, trabajadora, valiente, emprendendora, y caritativa, siempre al servicio de los demás.
Le vuelvo a dar las gracias a Santa Landrada por ser mi amiga, seguiré acompañada de su ejemplo y amistad desde la noche del 4 al 5 de marzo de 2013, coincidente con la festividad de la Milagrosa Traslación de los Restos Mortales de la Santa; y además noche anterior al estreno del Cortometraje "Crescendo" producido por Eduardo Verástegui.
Orando y haciendo ayuno y penitencia.
Pendiente de los acontecimientos que la providencia tenga previsto determinar en mi vida para mi misión personal que es la defensa del Derecho a La Vida, y la promesa al Señor de lucha contra el aborto.
Santa Landrada según su biógrafo del siglo XVIII Pablo de San Nicolás (Jer):
"Nació bendita de Dios en el vientre de su madre".
Seguiré como es obligado en la amistad, dando a conocer la devoción de Santa Landrada, que nació y vivió en el siglo VII en la antigua Austrasia, actual Bélgica.
Porque como rezamos en el Credo a cuya oración tanto temen los espíritus del mal;
"Creo en la Intercesión de los Santos".
Vídeo de Eduardo Verástegui presentando el Cortometraje "CRESCENDO":
http://www.youtube.com/watch?v=t55u6jFBbfA
Noticia en Hazte Oir:
http://www.hazteoir.org/noticia/50956-aclamado-estreno-crescendo-madrid-vida-arrasa-pantalla-grande
Teresa de Jesús en el estreno del Cortometraje "CRESCENDO" en el Cine Palafox de Madrid
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