La semblanza de nuestro Papa Francisco, descrita magistralmente por Monseñor Carlos Amigo:
"Habla para que te conozcamos, y después podamos ponerte un nombre, era lo habitual en las formas antiguas de poner nombre a las personas, primero háblanos y desde el acento de tu voz, hasta aquello que dices, vamos a saber como eres, y te pondremos el nombre adecuado que responda a tu propia identidad.
"Habla para que te conozcamos, y después podamos ponerte un nombre, era lo habitual en las formas antiguas de poner nombre a las personas, primero háblanos y desde el acento de tu voz, hasta aquello que dices, vamos a saber como eres, y te pondremos el nombre adecuado que responda a tu propia identidad.
El Papa Benedicto XVI habló en varias ocasiones de la hermenéutica de la continuidad, si quieres acertar en el discernimiento eso es buena hermenéutica, no derroches la sabiduría que te han dado los que te han precedido, no puede haber una ruptura tajante que separe y rompa puentes, sino la hermenéutica de la continuidad. Recoger lo mejor que nos dejaron, si puede ser mejorarlo, y transmitirlo así a las nuevas generaciones.
Pues bien estos dos libros que presentamos pueden ser un ejemplo de una forma concreta en una persona de esta hermenéutica de la continuidad, pero de continuidad en la verdad, no de una continuidad de modas, haceres, y anécdotas; sino en la continuidad en el mensaje, es la continuidad como no podia ser de otra manera del evangelio.
http://www.youtube.com/watch?v=4cj4nZGTLC4&feature=youtu.be
http://www.youtube.com/watch?v=4cj4nZGTLC4&feature=youtu.be
Habla para que te conozcamos, ¿como habla el Papa Francisco?, habla con gestos, habla con signos, habla con actitudes, habla con palabras, habla con la voz que el Espíritu le ha dado. Y se te quedas solamente en los signos, puedes fallar en dimensión, porque os signos aunque sean muy expresivos pueden tener tiempo de caducidad; y lo que hoy es admirable, mañana es rutina que dice poco o casi nada.
El Papa habla con palabras, ciertamente que si, y con un Magisterio muy sencillo que llega, y lo más importante, que convierte, y que quien lo escuche puede decir : a mi me gustaría ser como esta persona es y está diciendo.
Pues esta hermenéutica de la continuidad en la verdad se expone en estos libros, el primero son Cartas, Homilías, del Obispo de Buenos Aires; y el segundo con un Magisterio completamente nuevo, es continuidad en la verdad, y la verdad repitiéndose siempre, es nueva cada día, porque es la acción del Espíritu de Dios, que en cada momento da a La Iglesia lo que La Iglesia necesita. Y podemos ver los últimos Papas, ¿es que los gestos del Papa Francisco son iguales que los gestos del Papa Juan XXIII con el que se ha hecho mucha referencia?, ¿es que el contenido de sus palabras se parece mucho más a Pablo VI, que tenía casi la obsesión de que as palabras entraran en el alma de las personas?.
Antes era el Obispo de Buenos Aires, y un Magisterio completamente nuevo al Obispo de Roma. Buenos Aires no es solamente un espacio donde se ha podido nacer, donde se ha vivido, es una historia, una cultura, un lenguaje, un modo de vivir, un espíritu. Y por tanto una forma de ser, un lugar de encuentro, de cercanía, de acompañamiento; as últimas palabras son del cardenal Bergoglio, es un espacio concreto, con su cultura, con su propia fe, con su acento.
Y Roma es "Urbi et Orbi" al mismo tiempo, no podemos decir aquí está Roma, y aquí está Seu o Los Ángeles; porque es la misma Iglesia como decía Pablo y después los Santos Padres repiten, la que está en Coín, la que está en Roma, la que está en Jerusalen. Pero Roma no deja de ser Roma, con su Historia, su cultura, la ejecutiva de sus Papas; pues bien tenemos lo concreto de la trayectoria vital del Cardenal Bergoglio; y ahora este Papa de una Iglesia particular concreta, es el Obispo de Roma y El Pastor Universal.
Pues vamos a interpretar al Obispo Bergoglio: "Solo el amor nos puede salvar" con la voz del Magisterio del Papa Francisco: "Os pido que receis por mi". Y vemos cuales son los objetivos, canalizaremos, veremos, y haremos una pequeña excursión por el Magisterio y los gestos del Papa; el objetivo es caminar en la presencia de Dios y de forma irreprensible, ¡que maravilla!, haz de la presencia de Dios tu propia casa".......
.- Magistral semblanza de nuestro querido Papa Francisco, descrita por Monseñor Amigo. -.Personalmente opino que sin duda alguna cada momento de la historia que vivimos los defensores del Derecho a la Vida, nos ha hecho grandes privilegiados, y nos ha traido al Papa adecuado; porque hemos conocido a tres grandes Papas que han desarrollado una valiente doctrina de defensa del niño Concebido y no nacido, en nuestra legislación española denominado "Nasciturus".
Recordamos a nuestro querido y añorado Papa amigo el Beato Juan Pablo II, que llegó a nuestra España en 1982, besando el suelo de la que denominó en todo momento Tierra de María (como así lo prometiera Ella al Patrón de España Santiago Apóstol), diciéndonos en aquella época de tranquilidad religiosa como si fuera una premonición a los jóvenes que acudimos entusiastas a recibirle en el Estadio Santiago Bernabeu: "nos tengais miedo", vislumbrando con aquellas palabras la situación que actualmente estamos viviendo la impía legislación de falta de respeto del Derecho a La Vida.
De allí surgió un fuerte compromiso con nuestro Papa que nos caló hasta lo más profundo del corazón pese a nuestra juventud y carecer del conocimiento del futuro que él tenía, hemos mantenido hasta la actualidad
Palabras de Su Santidad Beato Juan Pablo II en España, 1982: "La juventud de un país rico de fe, de inteligencia, de heroísmo, de Arte, de valores humanos, de grandes empresas humanas y religiosas, ¿querrá vivir el presente abierta a la esperanza cristiana y con responsable visión de futuro?.
Y ha habido en todos nuestros Papas, Sus Santidades Beato Juan Pablo II, Papa emérito Benedicto XVI, y nuestro actual Papa Francisco; una hermenéutica de continuidad en la defensa del Derecho a la Vida, que se ha ido transmitiendo a todas las generaciones.
Lo hemos repetido muchas veces: Venceremos a éste gigante de pies de barro del aborto, que es el gran holocausto de finales del siglo XX y principios del XXI, como se venció la esclavitud, cayó el comunismo en Rusia, cayó el Muro de Berlín, y cayó el exterminio nazi, tenerlo por seguro; porque tenemos la razón, la verdad, la verdadera justicia, y la fe de nuestra parte, ahora somos nosotros los que hemos recogido el testigo.
Si pudo el Beato Juan Pablo II por su providencial intervención, derribar al comunismo y el Muro de Berlín; nosotros podremos y debemos con nuestro guía espiritual Papa Francisco, vencer la cultura de la muerte, y conseguir que florezca en el mundo una cultura de amor y de vida, respetándose de nuevo el vientre de las madres como el lugar más seguro y no el más inseguro del mundo.
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